Fuente: https://es.unesco.org › commemorations › education day UNESCO
Proclama: ONU
Desde cuando
se celebra: 2019
El derecho a la educación está
consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva. La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó este día con el objetivo de concienciar a todo el planeta de la importancia de la educación para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Concretamente el Objetivo 4 que establece una Educación de Calidad.
La educación desempeña
un vital papel en la paz y el desarrollo de los pueblos
Resolución aprobada por la Asamblea General el 3 de diciembre de 2018.
Al proclamar
este día, los Estados Miembros reconocen la importancia de adoptar medidas que
garanticen una educación inclusiva y equitativa de calidad, en todos los
niveles, para que todas las personas puedan acceder a un aprendizaje durante su
vida escolar. De esta manera, con los conocimientos y las aptitudes que
adquieran, estarán preparados para aprovechar las oportunidades que se les
presenten y podrán participar plenamente en la sociedad y contribuir así al
desarrollo sostenible.
2022. El Día
Internacional de la Educación de este año será una plataforma para mostrar las
transformaciones más importantes que hay que llevar a cabo para hacer realidad
el derecho fundamental de todos a la educación y construir un futuro más
sostenible, inclusivo y pacífico. Generará un debate sobre cómo fortalecer la
educación como bien público y común, cómo dirigir la transformación digital,
apoyar a los docentes, salvaguardar el planeta y liberar el potencial de cada
persona para contribuir al bienestar colectivo y a nuestro hogar compartido.
TEMA DEL
2022 "Cambiar el rumbo, transformar
la educación".
Tal y como se
detalla en el reciente informe global de la UNESCO sobre ‘Los futuros de la
educación’, transformar el futuro requiere reequilibrar de manera urgente la
forma en la que nos relacionamos entre nosotros, con la naturaleza y con la
tecnología que impregna nuestras vidas, que nos trae oportunidades innovadoras
y, al mismo tiempo, plantea graves problemas de equidad, inclusión y
participación democrática.
Como afirma la famosa activista
Malala Yousafzai, “un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el
mundo”. La educación no solo es un derecho humano fundamental, sino una herramienta imprescindible para
conseguir un mundo pacífico, justo y sostenible.
¿Por qué es tan importante la Educación?
La educación es la base para una sociedad justa, igualitaria y
autosuficiente. La educación aumenta la productividad de las personas y como
consecuencia, el potencial de crecimiento económico. Hace que las personas
trabajen en lo que les guste y en lo que son buenos, e influye directamente en
la felicidad de las personas. Porque una persona realizada es una persona
feliz.
Por eso la educación ayuda a erradicar la pobreza y el hambre,
contribuye a mejorar la salud, fomenta la paz y el desarrollo, promueve la
igualdad de género y puede reducir la desigualdad. En definitiva, hace
sociedades mejores.
La educación es un
derecho humano
La educación es clave para el desarrollo sostenible
Cuando se
adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional
reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. El
Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible tiene, concretamente, como objetivo
“garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover
oportunidades de aprendizaje permanente para todos” para el año 2030.
Los desafíos para lograr la educación universal
La pobreza, la discriminación, los conflictos armados, la migración y los desplazamientos forzosos, los efectos del cambio climático son factores que afectan negativamente el acceso a la educación. (Informe de seguimiento de la Educación en el mundo).
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Datos negativos sobre la educación en el mundo
En el mundo hay aproximadamente 258 millones de niños y jóvenes sin
escolarizar.
617 millones de niños y adolescentes no saben leer ni tienen conocimientos
básicos de matemáticas, lo mínimo para defenderse en la vida cotidiana.
En los países en desarrollo el 91% de los niños se matriculan en la
escuela, pero de ellos, 57 millones de niños no asisten.
África Subsahariana tiene el récord de niños sin escolarizar.
Los conflictos
y guerras impiden que los niños asistan al colegio.
Los niños
refugiados tampoco pueden asistir, alcanzando la cifra de 4 millones.
Alrededor de un tercio de los países ubicados en regiones en
desarrollo no ha conseguido la paridad de géneros en la enseñanza
primaria.
Sin una educación
de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje
a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de
género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños,
jóvenes y adultos.
Ha llegado el momento
de reactivar nuestro compromiso colectivo con la educación. —Secretario General
de las Naciones Unidas, António Guterres
En estos
tiempos de pandemia
¿Hubiese
sido posible un plan B en Educación?
“La crisis producida por la Covid-19 supuso
que, de un día para otro, todo el sector educativo tuviera que adaptarse a un
escenario insólito que nadie había previsto y para el que muy pocos centros
estaban preparados. Sin prácticamente formación ni herramientas, millones de
estudiantes y docentes tuvieron que cambiar el espacio habitual del aula por
una mesa en su casa, una pantalla de ordenador y lanzarse de cabeza y, en
muchos casos sin paracaídas, a la formación online”.
Lo que hemos
aprendido en educación a causa de la crisis sanitaria
La crisis sanitaria ha sacado a la superficie algunas de las deficiencias del sistema educativo. De la noche a la mañana, los docentes han tenido que enseñar, acompañar y evaluar a los estudiantes en la distancia, de manera virtual y con distintas herramientas tecnológicas. Una cuestión, que sin una formación específica, ha resultado más complicado para algunos docentes y centros.
La actual crisis
sanitaria ha sorprendido a la educación, generando nuevas formas de trabajo
que, en general, han sido reactivas, pues no existen definiciones sólidas de
contención, orientación y flexibilidad para responder a los procesos educativos
en situaciones como esta. Esta crisis, sin duda, está generando dos situaciones
muy claras: por un lado, un aumento en la brecha de aprendizaje entre los
estudiantes que cuentan con condiciones óptimas en sus hogares y los que no las
tienen. Y por otro lado, un agobio para las comunidades educativas y que se ha
profundizado en los docentes y las familias de los estudiantes, principalmente,
por tratar de replicar tal cual el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La educación es un derecho humano, un bien
público y una responsabilidad colectiva.
La pérdida de aprendizaje causará el debilitamiento de una generación
Según un
informe del Banco Mundial, UNESCO y UNICEF, el cierre de las escuelas por la
pandemia hará que los estudiantes de hoy pierdan unos US$17 billones de los
ingresos que percibirían durante su vida. Además, en países de ingresos bajos y
medianos, la proporción de niños y niñas que viven en situación de pobreza de
aprendizajes podría alcanzar el 70% debido, en parte, a la poca eficacia de la
educación a distancia durante los cierres escolares.
Mensaje de
la directora general Audrey
Azoulay, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Internacional de la
Educación.
"En esta
época excepcional, no
podemos seguir haciendo
lo mismo de
siempre. Si queremos transformar el futuro, si queremos
cambiar el rumbo, debemos repensar la educación. Se trata de forjar un nuevo
contrato social para la educación, como se pide en el informe de la UNESCO
sobre los Futuros
de la educación.
Tenemos que
reparar las injusticias del pasado y orientar la transformación digital
hacia la
inclusión y la
equidad. Y necesitamos que
la educación contribuya
plenamente al desarrollo sostenible, por ejemplo, integrando la
educación ambiental en todos los planes de estudios y formando a los docentes
en este ámbito."
Invitación a Reflexionar
sobre la situación actual de la educación en el Ecuador y en el mundo.
¿qué debemos seguir haciendo?
¿qué deberíamos dejar de hacer?
¿qué deberíamos reinventar?
La Unesco propone respuestas a estas tres preguntas en su nuevo informe mundial
sobre los futuros de la educación, titulado Reimaginar juntos nuestros
futuros: Un nuevo contrato social para
la educación.
Se quiere
generar debate acerca de cómo fortalecer la educación como bien público y
común, como dirigir la transformación digital para que las tecnologías lleguen
a todos, como apoyar a los docentes y darles las herramientas que necesitan,
cómo ayudar y proteger el planeta y cómo hacer del mundo un lugar mejor.
Que este día sea un
recordatorio para que todos los países hagan los deberes en defensa de este
derecho. Y, de momento… No tenemos muy buena nota.
¿Usted qué opina?
La educación, nuestra clave para cambiar el mundo
“El mundo no se cambia en un día ni con una fórmula
mágica, lo sabemos. Sin embargo, hay herramientas muy poderosas con las que,
día a día, gota a gota, pueden generarse cambios que mejoren la vida de
millones de personas. Una de nuestras favoritas es la educación”.
• Fomentemos una ciudadanía activa y crítica desde edades muy tempranas.
• Defendamos un mundo más respetuoso con el medioambiente.
Si tú también crees que la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo ¿cómo puedes contribuir?
Contribuye con tu respuesta a mejorar el mundo de la educación
¿Cómo debe
ser la educación del futuro?
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