ECOANÁLISIS

 

Si hubiera una mayor conciencia ambiental, la ciudadanía no permitiría que un árbol sea talado o podado incorrectamente’: Paúl Cun, técnico de la Fundación Probosque | Ecología | Revista

El biólogo explica la importancia de promover la conciencia ambiental para que la ciudadanía pueda identificar situaciones de riesgo para la flora y la fauna.

Fuente:  Análisis por Paúl Cun - 18 de julio de 2021 – El Universo

Paúl Cun, biólogo y técnico en biodiversidad de la Fundación Probosque, organización que gestiona el Bosque Cerro Blanco.

 El episodio de la tala del árbol en la protesta del 12 de julio y la poda antitécnica, esa misma semana, demuestran la falta de conciencia ambiental y esto debe considerarse para comenzar a trabajar o fortalecer la conciencia ambiental, especialmente en niños y jóvenes.

    En el caso de podas antitécnicas por desconocimiento, pueden afectar a las aves. Y en el árbol de samán, que talaron en el sector de Los Lojas, puede suceder lo mismo, independientemente de si tal vez hubo aves anidando, si el árbol dio alimento a alguna especie, etc.  Los vacíos de conocimientos acarrean estos problemas, cuando más bien se debería impulsar la siembra de esas especias vegetales para dar hogar a más fauna.

   Las instituciones deben considerar ciertas normas técnicas, tener en cuenta la parte ambiental, analizar qué función cumplen estos árboles en el medio, antes de emprender cualquier acción. Los árboles cumplen varias funciones en su entorno: proporcionan alimento, refugio, anidación, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de podar o cortar un árbol.

    Si los vecinos de esos lugares, donde se han talado o podado árboles, tuvieran una mayor conciencia ambiental, quizás eso no sucedería. Vemos que a los niños se les enseña sobre elefantes, jirafas, pero por qué no masivamente la enseñanza de la fauna autóctona, por ejemplo, sobre el loro guayaquileño, la ardilla guayaquileña, el venado cola blanca, los monos capuchinos, los aulladores.

    En algunos puntos de la ciudad han estado representados, pero mucha gente no los conoce ni sabe por qué están en peligro de extinción. Y es precisamente porque se ha exterminado mucha flora. También muestra la flora, como el caso del pijío, el ceibo, el guayacán, el palo santo. La flora podría estar relacionada con la fauna. Por ejemplo, enseñar que el pijío es un árbol que sirve de nidificación y alimento para el loro de Guayaquil, una subespecie endémica de esta zona. En otro caso, la semilla de guasmo es alimento para las ardillas. Eso debe tenerse en cuenta: la razón de la importancia de los árboles como sustento de la vida, con oxígeno, agua pura, etc.

    El impacto en la naturaleza es una constante que se vive en varios frentes de la ciudad, por ejemplo, en el Bosque Protector Cerro Blanco, donde comencé como voluntario y donde tengo un proceso de aproximadamente 20 años. Nuestras principales amenazas son los incendios forestales, la caza, la tala, los asentamientos ilegales. Cerro Blanco, si lo vemos con vista aérea, cada vez parece una isla.

    En la parte sur tenemos el camino a la costa; en el sector norte, se conecta con algunos parches de bosque; al este, hay algunas áreas que carecen de bosques; y, al oeste, conecta con áreas del bosque hacia la sierra de Chongón-Colonche, que es donde vemos la salvación de algunas especies.

    Cerro Blanco tiene 6.000 hectáreas, pero eso no es suficiente para las especies que necesitan mucho más para sobrevivir. Todas las áreas con las que limita el bosque son problemáticas y requieren el apoyo de todos los ciudadanos para su conservación.

 

 

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