El verdadero costo de la contaminación de los océanos por desechos plásticos

 

El problema de la contaminación marítima causada por desechos se hizo evidente en la década de 1970.  En el medio siglo transcurrido se ha extendido cada vez más, como demuestran las expediciones científicas llevadas a cabo por la Fundación Tara Ocean.

    Se estima que los desechos de gran tamaño, como redes de pesca, matan cada año a más de un millón de aves marinas y a más de 100.000 mamíferos marinos (por enredo o asfixia), …  .Menos visibles, pero más presentes son los microplásticos, que se han encontrado en las fosas oceánicas mas profundas y en todo tipo de vida marina.   Los microplásticos, entre otras cosas, pueden modificar las comunidades bacterianas y virales y dispersar toxinas químicas en las cadenas alimentarias (tras ser ingeridas por organismos marinos). 

Detener el flujo de microplásticos y contaminantes tóxicos en las masas de agua del mundo es una tarea de Sísifo*.  No obstante, los científicos intentan frenar el problema.   La generación de residuos y desechos tóxicos no es la única forma en que el plástico puede dañar la salud de los océanos.  La industria del plástico ha sido uno de los principales impulsadores del cambio climático, responsable de alrededor del 3,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.  Como el plástico degrada toda la biosfera, no se trata de un problema de residuos que pueda resolverse con esfuerzos de reciclaje de ciudadanos preocupados por la sostenibilidad.  Es una crisis sistémica que requiera una solución a nivel de toda la economía.

Según un estudio reciente de la Universidad de California en Berkeley, señala que aunque sería económicamente factible reducir la producción global de plástico, no bastaría para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius. 


Una de las medidas para abordar esta crisis mundial con la urgencia necesaria sería reducir la producción de plásticos de un solo uso, aumentar la vida útil de los objetos de plásticos mediante regulación, y promover la reutilización y reparabilidad.

La solución a corto plazo como sustituir los envases de plástico por papel, cartón, aluminio, acero y vidrio, mitiga los síntomas de la dolencia del medioambiente.

Existe una emergencia ecológica y no trabajar arduamente para solucionarla es cerrar los ojos.

Fuente: Noticia Expreso jueves 15 de mayo de 2025 Opinión internacional Romain Troublé -Director ejecutivo de la Fundación Tara Ocean.

 

ECOBLOG-                         Vocabulario ecológico

Usted necesita saber:


¿Qué es una fosa marina?

Una fosa marina es como un pozo muy profundo en el fondo del océano. Son como trincheras largas y estrechas donde el agua es muy, muy profunda. ¡Es el lugar más profundo de la Tierra!

La fosa marina es también llamada fosa oceánica y es cualquier depresión larga, angosta y empinada en el fondo oceánico en la que se alcanzan las profundidades marinas máximas, de aproximadamente 7.300 a más de 11.000 metros. Típicamente se forman en lugares donde una placa tectónica se subduce debajo de otra. La depresión más profunda conocida de este tipo es la Fosa de las Marianas, que se encuentra al este de las Islas Marianas en el oeste del Océano Pacífico Norte; alcanza 11,034 metros en su punto más profundo.

¿Cómo se ven?

Imagina un valle largo y estrecho bajo el agua. Las fosas marinas son como eso, pero muy, muy profundo.

¿Por qué son tan profundas?

En algunos lugares, la Tierra se mueve, y partes de la tierra se hunden debajo de otras. Eso crea las fosas marinas.

¿Dónde están?

Las fosas marinas suelen estar cerca de los bordes de los continentes o de las islas volcánicas.

¿Qué hay en ellas?

En las fosas marinas, el agua es muy fría y oscura. Hay animales extraños y únicos que viven allí, como peces que brillan en la oscuridad.

 

La fosa de las Marianas contiene la parte más profunda de los océanos del mundo, y discurre a lo largo de un límite convergente oceánico-oceánico. Es el resultado de la subducción placa oceánica del Pacífico bajo la placa de las Marianas.

LOS MICROPLÁSTICOS

¿Qué son los microplásticos?

Los microplásticos son pequeños fragmentos de plástico de menos de cinco milímetros de longitud que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente, especialmente para la vida marina.

2) Los microplásticos son como pequeños trozos de plástico muy, muy pequeños, más pequeños que un grano de arroz. Son como la basura plástica que se va haciendo cada vez más pequeña con el tiempo.

Imagina que tienes un juguete de plástico. Si se rompe en pedacitos, esos pedacitos se llaman macroplásticos, pero si esos pedacitos se siguen haciendo más y más pequeños, hasta que son casi invisibles, entonces son los microplásticos.

¿De dónde vienen los microplásticos?

Ropa sintética:

Cuando lavamos ropa que tiene materiales como poliéster, libera pequeñas fibras plásticas que se van a la lavadora y luego a los ríos y océanos.

Neumáticos:

Del desgaste de los neumáticos: Al usar los automóviles, los neumáticos se desgastan y sueltan pequeñas partículas de plástico que van al suelo y al agua.

Cosméticos:

Algunos productos de belleza, como los exfoliantes faciales, pueden tener microesferas de plástico que se lavan con el agua y terminan en los ríos y océanos.

Degradación de plásticos:

Las botellas, bolsas, juguetes, y otros productos de plástico, con el tiempo, se rompen en trozos pequeños que se convierten en microplásticos.

¿Por qué son perjudiciales y por qué nos debe preocupar?

Porque pueden ser peligrosos para los animales marinos, que los confunden con comida y se los comen. También pueden llegar a nuestra comida y a nuestra agua, y no sabemos qué efecto tienen en nuestra salud.

Los plásticos de tamaño nanométrico pueden pasar a través de las membranas celulares y pueden causar desordenes de alimentación y reproducción tanto en animales como en los seres humanos.

Se agregan aditivos a los plásticos para darle características especiales como rigidez, dureza, color, etc. Estos aditivos pueden estar compuestos de sustancias peligrosas y son liberados en el proceso de degradación del plástico o por transferencia del plástico al material que contiene. Se ha identificado que en concentraciones significativas pueden alterar la función del sistema endocrino en peces adultos y otras especies, incluyendo el ser humano.

¿Qué podemos hacer?

Para reducir los microplásticos, podemos:

Usar menos plástico de un solo uso, como bolsas y botellas.

Reciclar el plástico que se pueda

Lavar la ropa sintética con menos frecuencia o usar bolsas para lavandería que ayudan a atrapar las fibras.

Elegir productos de belleza que no tengan microesferas.

Con pequeñas acciones, podemos hacer mucho para reducir la contaminación por microplásticos y proteger nuestro planeta.

Descripción científica adicional

    Los microplásticos se definen habitualmente como pequeñas partículas o fragmentos de plástico de menos de 5 mm de longitud.

    Algunos microplásticos se fabrican intencionalmente para fines industriales y domésticos (microplásticos «primarios»). Entre ellos se incluyen las microesferas utilizadas en productos cosméticos y de cuidado personal, como la pasta de dientes.

    Los microplásticos «secundarios» se crean por la erosión y fragmentación de objetos plásticos de mayor tamaño. La erosión y la fragmentación se intensifican con la exposición a la radiación ultravioleta (UV). Estos procesos se vuelven extremadamente lentos en ausencia de radiación UV, como ocurre en gran parte del océano. Los plásticos marcados como «biodegradables» se degradan más lentamente en el océano (PNUMA, 2016).

Las nanopartículas son un tipo de desecho marino, cuya importancia apenas está comenzando a desvelarse. Son partículas minúsculas con dimensiones de entre 1 y 100 nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro).

Una gran proporción de las nanopartículas presentes en el océano son de origen natural. Las nanopartículas antropogénicas son las que generan preocupación. Estas provienen de dos fuentes: (i) nanopartículas creadas intencionalmente para su uso en procesos industriales y cosméticos, y (ii) de la descomposición de plásticos en desechos marinos, de fragmentos de tejidos artificiales vertidos en aguas residuales urbanas y de la lixiviación de vertederos terrestres (NOAA, 2021).

Investigaciones científicas recientes han puesto de relieve los posibles impactos ambientales de las nanopartículas plásticas. Por ejemplo, parecen reducir la producción primaria y la absorción de alimentos por parte del zooplancton y los organismos filtradores. Las nanopartículas de dióxido de titanio, ampliamente utilizadas en pinturas, recubrimientos metálicos y cosméticos, son especialmente preocupantes. Cuando se exponen a la radiación UV del sol, se transforman en desinfectante y se ha demostrado que destruyen el fitoplancton, que constituye la base de la producción primaria en el océano. Se desconoce la magnitud de la amenaza que representan las nanopartículas, por lo que se requiere mayor investigación (ONU, 2017).

Aproximadamente la mitad de la población mundial vive a menos de 100 km de la costa, y el crecimiento poblacional es mayor en esa zona. Esto significa que es probable que la cantidad de residuos plásticos que llegan al océano desde fuentes terrestres aumente a menos que se implementen cambios significativos en las prácticas de gestión de residuos terrestres (PNUMA, sin fecha).

El Convenio sobre la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimiento de Desechos y Otras Materias de 1972, abreviado como «Convenio de Londres», es uno de los primeros convenios mundiales para proteger el medio marino de las actividades humanas y está en vigor desde 1975 (OMI, 1972). Su objetivo es promover el control eficaz de todas las fuentes de contaminación marina y adoptar todas las medidas posibles para prevenir la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias. Actualmente, 87 Estados son Partes en este Convenio.

Fuente: www.undrr.org/quick/78488. La UNDRR es la principal agencia de las Naciones Unidas para la coordinación de la reducción del riesgo de desastres.

Anotación:

Finalmente, dado que los seres humanos pueden estar expuestos a los microplásticos a través de diversos medios ambientales, como los alimentos y el aire, es necesario comprender mejor la exposición general a los microplásticos en el entorno más amplio (OMS, 2020).

Microplásticos

-         Desarrollado por Morgan Stanley – National Geographic

Los microplásticos son diminutas partículas plásticas resultantes tanto del desarrollo de productos comerciales como de la descomposición de plásticos más grandes. Como contaminantes, los microplásticos pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud animal.


Fotografía de David Liitschwager

Organismos vivos enredados en microplásticos. Una muestra de agua recolectada en la costa de Hawái muestra la interrelación de los microplásticos con la vida cotidiana de los animales marinos.

Los microplásticos, como su nombre indica, son diminutas partículas de plástico. Oficialmente, se definen como plásticos de menos de cinco milímetros (0,2 pulgadas) de diámetro, un diámetro menor que el de la perla estándar utilizada en joyería.

Existen dos categorías de microplásticos: primarios y secundarios.

Los microplásticos primarios son partículas diminutas diseñadas para uso comercial, como cosméticos, así como microfibras que se desprenden de la ropa y otros textiles, como las redes de pesca.

Los microplásticos secundarios son partículas resultantes de la descomposición de artículos plásticos más grandes, como las botellas de agua. Esta descomposición se debe a la exposición a factores ambientales, principalmente la radiación solar y las olas del mar.

El problema con los microplásticos es que, al igual que los artículos de plástico de cualquier tamaño, no se descomponen fácilmente en moléculas inofensivas. Los plásticos pueden tardar cientos o miles de años en descomponerse y, mientras tanto, causar estragos en el medio ambiente. En las playas, los microplásticos son visibles como diminutos trocitos multicolores en la arena. En los océanos, la contaminación por microplásticos suele ser consumida por los animales marinos.

Parte de esta contaminación ambiental proviene de la basura, pero gran parte es resultado de tormentas, escorrentías y vientos que transportan plástico —tanto objetos intactos como microplásticos— a nuestros océanos. Los plásticos de un solo uso —artículos de plástico destinados a usarse una sola vez y luego desecharse, como una pajita— son la principal fuente de plásticos secundarios en el medio ambiente.

Se han detectado microplásticos en organismos marinos, desde el plancton hasta las ballenas, en mariscos comerciales e incluso en agua potable. Resulta alarmante que las plantas de tratamiento de agua convencionales no puedan eliminar todos los rastros de microplásticos. Para complicar aún más la situación, los microplásticos en el océano pueden unirse a otras sustancias químicas nocivas antes de ser ingeridos por los organismos marinos.

Los científicos aún no están seguros de si el consumo de microplásticos es perjudicial para la salud humana o animal y, de ser así, qué peligros específicos pueden representar. Aun así, muchos países están tomando medidas para reducir los microplásticos en el medio ambiente. Una resolución de las Naciones Unidas de 2017 abordó los microplásticos y la necesidad de regulaciones para reducir este peligro para nuestros océanos, su fauna y la salud humana.

Fuente: https://education.nationalgeographic.org/resource/microplastics/. De fecha 31 oct 2023 —


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