Incendios Forestales 2024
Incendios forestales. ¿está
en nuestras manos prevenir y actuar?
El incendio forestal es el fuego sobre la cobertura vegetal que causa perturbaciones ecológicas y afecta o destruye una extensión superior a 5.000 metros cuadrados. Este puede darse en una zona urbana o rural.
En Ecuador
Desde el 1 de enero de 2024 hasta la fecha, 22
provincias, 147 cantones y 568 parroquias se han visto afectados a causa de
3.178 incendios forestales.
Fuente: Secretaría Nacional sept 20,2024
¿Qué causas producen los incendios forestales?
Sus causas pueden ser intencionales, no intencionales o por
descuido, relacionadas a quemas de basuras, mala disposición de fogatas,
colillas de cigarrillos y fósforos, caídas accidentales de redes eléctricas.
Se calcula que las actividades humanas ocasionan el 99% de estos
incendios y sólo el resto tiene como causas fenómenos naturales como descargas
eléctricas, la erupción de volcanes, condiciones climáticas como las altas
temperaturas, radiación ultravioleta.
La combinación de bajo contenido de humedad y ráfagas de
viento moderadas y fuertes, aumentan la probabilidad de ocurrencia de incendios
forestales.
En el Ecuador, la mayor parte
de incendios forestales, son causados por la actividad humana, ya que
consideran el uso del fuego como una herramienta de trabajo para la preparación
de tierras, de cultivos, además de la renovación de pastizales y el cambio de
uso del suelo.
¿Qué problemas ocasionan los incendios
forestales?
Un incendio forestal trae consigo más afectaciones de las
que se perciben a simple vista, pues hay otros daños que son difíciles de
cuantificar. Plantas y árboles quedan más desprotegidos ante las plagas y
enfermedades, además de que se daña su capacidad de crecimiento.
¿Qué causa el humo de los incendios forestales?
El humo puede lastimar los ojos, irritar el aparato
respiratorio y agravar las enfermedades cardiacas y pulmonares crónicas.
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¿Emergencia climática?
Ecuador enfrenta una crisis de incendios forestales sin precedentes desde el
año 2000, con siete incendios activos y cinco controlados en varias provincias,
incluyendo Carchi, Imbabura, Cotopaxi, Chimborazo y Loja. Según el Instituto
Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), estos incendios se deben a una
combinación de altas temperaturas, déficit de lluvias y fuertes corrientes de
viento, condiciones que preocupan a los equipos técnicos que monitorean los
focos de calor y que persistirán durante septiembre de 2024.
Agosto, un mes crítico, por los incendios
forestales
El problema de los incendios no se limita a Ecuador. En
julio y agosto de 2024, la región amazónica ha registrado un incremento
alarmante en los focos de calor, con una incidencia superior a la media de los
últimos años. Este aumento en los incendios afecta a varios países de la Cuenca
del Amazonas, integrada por Ecuador, Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, Guayana,
Surinam y Venezuela. Solo en la última semana de agosto se reportaron 3.000
incendios forestales en esta región.
El número de focos de calor se ha duplicado
Particularmente en Ecuador, según datos del INAMHI, el
número de focos de calor se ha duplicado durante los últimos dos meses de 2024
en comparación con el promedio registrado entre 2000 y 2023.
En conversación con Diario Expreso, el Instituto de
Meteorología alertó que la calidad del aire en provincias del sur, como El Oro,
Loja y Zamora Chinchipe, está siendo afectada, debido a la cantidad de material
particulado transportado por los vientos provenientes de los incendios en
Brasil.
Y, según Valeria Díaz, líder de Investigación, Análisis y
Monitoreo de la Secretaría de Ambiente de Quito, estos incendios han
deteriorado significativamente la calidad del aire. La Red Metropolitana de
Monitoreo Atmosférico confirmó un aumento en los niveles de contaminación,
elevando el índice de calidad del aire a 90, un valor al límite de lo
saludable.
Fuente: Redacción
LOURDES GUADAMUD Diario Expreso- 3 de
septiembre, 2024
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¿Cómo prevenir un incendio forestal?
Está en nuestras manos evitar que esta grave situación se
propague en los ecosistemas del país. Para eso es importante implementar
acciones como el control de arborización densa y el manejo de combustibles en
zonas de alto riesgo de incendios.
También son claves las jornadas de recolección de residuos
como botellas y objetos de cristal que actúan como una lupa; papeles,
plásticos, colillas de cigarrillos, mecheras u otros materiales combustibles
que puedan ocasionar un incendio. Por último, es muy importante conformar redes
comunitarias con planes de respuesta ante un evento de incendio forestal que
sean capaces de alertar a los cuerpos de bomberos en caso de incendios.
¿Cómo se logra recuperar un área afectada por
un incendio?
Un incendio forestal puede alcanzar temperaturas de hasta
1.000°C, el fuego puede llegar a propagarse a una velocidad de 100 metros por
minuto y la recuperación de áreas afectadas por incendios es un proceso a largo
plazo. En este caso, se deben promover la regeneración de la cubierta vegetal,
la gestión de las cenizas y la retención de nutrientes, así como la mejora de
la estructura del suelo. Todo esto debe ir acompañado de una valoración de los
impactos sociales, económicos y ecológicos generados por los incendios.
¿Cómo se sabe si un área está en una zona de
alto riesgo de incendios?
Al hablar de zonas de alto riesgo de incendios forestales,
se relacionan dos elementos: la amenaza y la vulnerabilidad.
La amenaza hace referencia a los
peligros latentes que pueden dar origen a un incendio, como la susceptibilidad
de la vegetación, factores climáticos o de relieve que facilitan el origen o
propagación del fuego.
La vulnerabilidad hace
referencia a la afectación de los elementos que componen el territorio por la
ocurrencia de un incendio: la población, las infraestructuras, los sistemas
productivos, los ecosistemas naturales, entre otros.
A medida que aumenta el grado de amenaza y de
vulnerabilidad, mayor es la probabilidad de riesgo de un incendio forestal.
Fuente: WWF
INCENDIO EN QUILANGA
Incendio devastó 7.600
hectáreas en cantón Quilanga-Loja
En la
mitigación del fuego en Quilanga, el Estado ecuatoriano ha recibido apoyo de
Perú, que envió dos helicópteros Mi-17. Además, dos aviones C-27J Spartan para desarrollar
descargas de agua desde el aire. Contingente que se sumó a las que efectuaban
unidades de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).
Fuente: El Mercurio – Cuenca – Redactor Fabian Orellana 5 septiembre, 2024
Este 4 de septiembre, la SNGR (Secretaría Nacional
de Gestión de Riesgos) informó que el fuego consumió unas 7.600 hectáreas de
vegetación nativa, pastizales, huertas, bosque de pino y cultivos de café. Este
incendio se originó en San Antonio de las Aradas, del cantón Quilanga, en la
provincia de Loja.
Unidades de bomberos de las Brigadas de Refuerzo en
Incendios Forestales (BRIF) realizan inspecciones. Para «verificar la
liquidación del incendio en varios puntos. Con el fin de descartar cualquier
posibilidad de focos secundarios incandescentes», precisó la Secretaría en un
último informe.
Las BRIF son brigadas de personal especializado y
acreditado por organismos internacionales para el control y liquidación de
incendios forestales.
La SNGR indicó que el Ministerio de Agricultura ha
registrado daños en 128,5 hectáreas de cultivos de café. También, daños en 6,5
hectáreas de huertos de legumbres y en 200 hectáreas de semilleros de café. Así
como 6.010 animales muertos y otros 488 afectados.
Los incendios han ocasionado la pérdida de 18.332,58
hectáreas de cobertura vegetal.
Las provincias con mayores pérdidas en cobertura vegetal
son: Loja, Azuay, Carchi y Pichincha, con más de 1.000 hectáreas; seguidas de
Guayas, El Oro, Imbabura, Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua, con más de 100
hectáreas.
Según Riesgos, durante la presente etapa de incendios
forestales, agosto ha sido el mes de mayor afectación con una cobertura vegetal
quemada del 58,54 % y recurrencia de 50,60 %, seguido del mes de julio la
cobertura vegetal quemada es del 21,42 % con una recurrencia del 24,82 %.
Fuente: Redacción eluniverso.com
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SITUACIÓN DE SURAMÉRICA CON LOS INCENDIOS
FORESTALES
Suramérica
enfrenta una de las peores olas de incendios en los últimos años
19 septiembre 2024
Redacción América, (EFE).- Suramérica pasa por una de las
peores épocas de sequía en los últimos meses, lo que ha generado las
condiciones propicias para la generación y propagación de múltiples incendios
en la región, en especial en la Amazonía, con un reporte de al menos 350.370
fuegos forestales.
Desde Brasil hasta Argentina, pasando por
Paraguay y Colombia, se evidencia esta emergencia climática.
Según el Instituto Brasileño de Investigación
Espacial (INPE), los incendios registrados en lo que va de 2024 han sido los
peores de los últimos 15 años en la región, superando a los reportados en 2023
(344.391).
En el caso de Brasil, se
registraron 128.000 focos de incendio entre agosto y lo que va de septiembre y
un total de 11,9 millones de hectáreas han sido devastadas por las llamas en
los primeros ocho meses de este año, de las cuales la mitad son en la Amazonía.
Los incendios desatados entre junio y agosto en la Amazonía
brasileña emitieron 31,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2)
equivalente, un volumen 60 % superior al registrado en el mismo período del año
pasado.
Además, la sequía ha reducido al mínimo los caudales de
varios ríos importantes en la Amazonía, dejando a comunidades rurales aisladas
y causando dificultades en el tránsito de personas y mercancías, que en la
región dependen del transporte fluvial.
Bolivia ya ha perdido más de 3,8
millones de hectáreas de bosques y pastizales en zonas que albergan la mayor
biodiversidad del país, lo que llevó a la declaratoria de la “emergencia
nacional”.
Emergencia en la región- Sequía y apagones
El Gobierno de Perú
anunció que declarará en emergencia las regiones de San Martín, Ucayali y
Amazonas para facilitar las labores de mitigación de los incendios forestales,
que en el caso de la última es “difícil” que ingresen las aeronaves para apagar
el fuego desde el aire por las complicadas condiciones atmosféricas.
En Colombia, más de 19.430
hectáreas de bosques han sido arrasadas por 23 incendios, informó la Unidad
Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que aseguró que “la
situación no está fuera de control”.
En Argentina, los focos de fuego
activos son pocos pero persiste el riesgo de nuevos incendios, como los que
afectaron distintas partes del país en las provincias de Salta y La Rioja, en
el noroeste, y Santa Fe (centro), o la provincia de Córdoba (centro), donde
este año se han registrado 1.500 incendios forestales y rurales, dejando más de
30.000 hectáreas afectadas.
En Paraguay se pidió que se
declare “en estado de emergencia” al Chaco paraguayo, ante la falta de agua
potable, las sequías, quemas e inundaciones cíclicas en esa zona, y que se
sancione una ley de deforestación cero para la región occidental del país.
Desde inicio de año en Ecuador han ardido más de
34.000 hectáreas, la gran mayoría de ellas (77 %) desde agosto, cuando se
recrudeció la época seca en la sierra de los Andes y comenzaron los incendios.
El peor incendio hasta el momento se dio en la sureña
provincia andina de Loja, donde las llamas devoraron más de 6.000 hectáreas de
cobertura vegetal, pajonal y bosque de pino, en una emergencia que pudo ser
extinguida gracias en buena parte a dos aviones y dos helicópteros enviados por
Perú.
La sequía también ha llevado a una nueva crisis energética
en Ecuador al afectar a sus principales centrales hidroeléctricas, sin agua
suficiente para abastecer la demanda interna, por lo que el Gobierno ha
decretado apagones a nivel nacional de ocho horas en las noches que comenzarán
este miércoles.
Quemas fuera de control
En varias regiones es común que por esta época se realicen
quemas o ‘chaqueos’ para “preparar” la tierra para la agricultura y la
ganadería. Esta práctica, agravada por la sequía y los fuertes vientos, es
considerada como una de las causas de los incendios en Suramérica.
Muchas de estas quemas se salen de control y se extienden
rápidamente a otras áreas, por lo que en Brasil se prohibió el uso y manejo del
fuego durante el periodo de sequía y en Bolivia, donde esta práctica es legal,
se suspendieron.
Asimismo, la deforestación y la tala ilegal están acabando
con los bosques y dejando tierras zonas propicias para la propagación de
incendios y afectando el caudal de ríos y lagunas.
También, las autoridades de casi la totalidad de las zonas
afectadas en la región, coinciden en que la mayoría de los incendios son causa
de acciones humanas como las quemas, el mal manejo de residuos altamente
contaminantes y actividades recreativas como fogatas o acampadas.
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