En diciembre de 2009, la ONU aprobó por unanimidad su resolución 64/35 en donde se declara el 29 de agosto como el
Día Internacional contra los ensayos nucleares.
"La resolución fue propuesta por la
República de Kazajstán, y apoyada por muchos otros países, con el fin de
conmemorar la clausura del polígono de ensayos nucleares de Semipalatinsk, un
sitio de Kazajistán, en donde se realizó la primera prueba de una bomba
atómica. (clausura efectuada en agosto
de 1991)
En el preámbulo de la resolución se hace hincapié en que «debe hacerse
todo lo posible para poner fin a los ensayos nucleares con el fin de evitar
efectos devastadores y perjudiciales para la vida y la salud de las personas y
para el medio ambiente» y en que "la cesación de los ensayos nucleares es
uno de los medios fundamentales para lograr el objetivo de un mundo libre de
armas nucleares".
Desde que los ensayos nucleares empezaron en 1945, se han ejecutado más
de 2000 pruebas, dejando consecuencias devastadoras para la humanidad.
En los primeros años de esta práctica, se prestó poca atención a sus
efectos y al peligro de las lluvias radiactivas derivadas de los ensayos en la
atmósfera. Hoy, la historia nos ha demostrado que las tragedias humanas y medioambientales
resultantes de los ensayos nucleares justifican la necesidad de conmemorar el
Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, más aún, teniendo en cuenta que
las armas atómicas contemporáneas son cada vez más poderosas y destructivas.
"Asegurar nuestro futuro común"
Como reconoció el Secretario General, António Guterres en su nuevo programa de desarme "Asegurar
nuestro futuro común", lanzado el 24 de mayo de 2018, esta normativa
contra las pruebas es un ejemplo que sirve a los objetivos de desarme y no
proliferación. Al restringir el desarrollo de nuevos tipos avanzados de armas
nucleares, el TPCEN frena la carrera de armamento. También sirve como una
poderosa barrera normativa contra Estados potenciales que podrían tratar de desarrollar,
fabricar y, posteriormente, adquirir armas nucleares en violación de sus
compromisos de no proliferación.
“Debemos hacer todo el esfuerzo necesario para garantizar la entrada en
vigor por completo del tratado de prohibición de los ensayos nucleares y
preservar su aplicación a nivel internacional”.
Las Naciones Unidas confían en que algún día desaparezcan de la faz de
la Tierra todas las armas nucleares. Mientras tanto, es necesario celebrar el
Día Internacional contra los Ensayos Nucleares y seguir trabajando por alcanzar
la paz y la seguridad en todo el mundo.
Sociedad Civil
Desde el comienzo de la era nuclear, la
sociedad civil ha tenido un papel destacado en el esfuerzo para detener los
ensayos de armas nucleares de forma permanente. Físicos, sismólogos y otros
científicos; médicos y abogados, organizaciones de mujeres, institutos de
investigación y Organizaciones no Gubernamentales pro desarme; personas
expuestas a contaminantes radiactivos resultantes de los ensayos atmosféricos y
los hibakusha, los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y
Nagasaki; y el público en general. Todos se han visto involucrados.
A lo largo de las décadas, y en especial en
los últimos años, los esfuerzos de la sociedad civil para apoyar una
prohibición completa de los ensayos nucleares en su mayoría han estado
relacionados con una gran iniciativa para conseguir la eliminación total de las
armas nucleares.
Muchas entidades, tales como institutos de
investigación, instituciones académicas y ONG, están involucradas en trabajos
relacionados con el desarme, incluidos aquellos relacionados con el TPCE. (Tratado de Prohibición Completa
de los Ensayos
Nucleares)
Asuntos que nos importan: Energía atómica
La ONU y la era nuclear nacieron casi
simultáneamente. Los horrores de la Segunda Guerra Mundial culminaron en las
explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki, lo que puso de relieve la
necesidad de abordar el problema nuclear. Ya en su primera resolución, la
Asamblea General estableció la Comisión de Energía Atómica de las Naciones
Unidas con el objetivo de tratar los problemas surgidos a raíz del
descubrimiento de la energía nuclear. El emblemático discurso "Átomos para
la Paz", pronunciado por el Presidente de los Estados Unidos Dwight D.
Eisenhower en 1953, condujo a la creación del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA) en 1957.
Fuente Naciones Unidas
Película “Embrace! A world free of nuclear weapons”
(Abrazo! Un mundo libre de armas nucleares)
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