El Día Internacional sin Bolsas de Plástico
busca crear conciencia acerca de la alarmante cantidad de problemas que
ocasionan las bolsas de plástico y es la oportunidad ideal, para que las personas
asuman su irrenunciable responsabilidad a la hora de buscar alternativas a
estas bolsas y/o de reciclarlas correctamente.
Este día sirve para resaltar el impacto
negativo que tienen las bolsas plásticas en el medio ambiente y para que todos
y cada uno de los ciudadanos del mundo aceptemos que, los consumidores tenemos
la obligación de desechar de forma adecuada lo que usamos y busquemos la forma
de promover soluciones más sostenibles.
Un ‘depredador’ temible
Las bolsas de plásticos son agentes de
contaminación allá donde vayan: mares, suelos, ríos, bosques y hasta en los
desiertos. Los expertos advierten que una bolsa desechable que se usa por unos
minutos, según el material con que esté fabricada puede demorar de uno a cinco
siglos en descomponerse naturalmente.
Solo para fabricarlas se emplean millones de
barriles de petróleo, que durante el proceso generan ingentes cantidades de
elementos contaminantes y una vez usada, si no se las recicla correctamente
terminan en vertederos, incineradoras o como agentes polucionantes de todo tipo
de ecosistemas acuáticos y terrestres.
Los plásticos están en todas partes: en
nuestros platos, en el agua corriente y hasta en el aire que respiramos. De
hecho, tanto nosotros como los animales y hasta algunas plantas, tenemos
plástico dentro. Los humanos ingerimos hasta 5 gr. cada semana y no siempre se
eliminan de nuestro cuerpo.
Se sabe que más de un millón y medio de
animales mueren anualmente por culpa de este flagelo, pero la cifra se dispara
si se cuentan los que son afectados en su desarrollo, alimentación, hábitat,
etc. Los millones de toneladas de plásticos que acaban en los océanos se irán
multiplicando si no ponemos coto a nuestro modo de consumo. Según la ONU, en
2050 podría haber más plásticos que peces en los mares del mundo entero.
Conciencia colectiva y global
La bolsa de plástico es uno de los símbolos más
representativos de la actual sociedad de consumo: contaminamos para hacerlas,
para usarlas y para desecharlas. Priman nuestro deseo de confort y calidad de
vida, sobre el bienestar del medio ambiente y el derecho a una existencia sana
del resto de los seres que comparten mundo con nosotros.
Los gobiernos de muchos países están tomando
medidas para dar alguna solución a esta problemática, algunos las han prohibido
y otros limitan su uso, pero la única forma de que desaparezcan de una vez por
todas es que dejemos de usarlas por completo y reciclemos correctamente las que
restan.
La pandemia del coronavirus
ha perjudicado también la lucha contra el plástico, las mascarillas tardan
hasta 400 años en desintegrarse.
Antena 3 Noticias
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